demasiada luz.

Cada noche, al cerrar los ojos, siente que su cuerpo se da la vuelta como un guante; su alma queda fuera, y su carne dentro.

Flota entonces brillando muy tenue, ingrávido, como la sombra de una telaraña. Y escapa deslizándose entre las rendijas de la ventana de su dormitorio.

Sobrevuela las calles vacías de la madrugada. Pero hay demasiadas farolas. Demasiada luz. Sabe que el cielo de la noche está lleno de cientos, de miles como él. Embarcados en el mismo viaje, buscando la oscuridad para encontrarse.

Pero pasa como con las luciérnagas, su pequeño brillo de estrella lejana no sirve de nada frente a toda la luz del mundo y no pueden reconocerse en la distancia, las luces eléctricas han invadido la oscuridad y por eso ya no hay luciérnagas.

4 comentarios en “demasiada luz.

  1. isajgonzalez

    Como había prometido, aquí estoy ^^ Guau, ¡Qué bonito! Me ha gustado la sencillez del tema, por que a la vez tiene mucha complicación. Como si perteneciéramos en este mundo de luces, pero no pudiéramos incorporarnos a él.

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    1. jose f kosta Autor

      Gracias! Creo que es literalmente una desgracia que ya no queden casi rincones oscuros en las ciudades. Los rincones oscuros es donde los adolescentes se besan y los amantes se encuentran; donde las cosas prohibidas, que también deben tener su espacio, pueden hacerse; toda esa tensión erótica y criminal ya no tiene modo de desahogarse, todo está bajo los focos… traslada esta metáfora a todos los ámbitos; hay ahora demasiada luz en el mundo.

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